LEGIÓN ROMANA
La legión romana (del latín legio, derivado de legere, recoger, juntar, seleccionar) era la unidad militar de infantería básica de la Antigua Roma. Consistía en un cuerpo de infantería pesada de unos 4200 hombres, según el historiador antiguo Polibio, que más tarde alcanzaría entre los 5200 y 6000 soldados de infantería y 300 jinetes para completar un total de entre 6000 y 6300 efectivos, según nos cuenta Tito Livio. Las legiones tenían asignado un nombre y un número; se identificaron cerca de 50, pero nunca llegaron a existir tantas en un mismo momento de la historia de Roma. Usualmente había 28 legiones con sus auxiliares, y se reclutaban más según las necesidades y la situación en cada momento.
Originalmente, en la época de los reyes, la legio englobaba al ejército romano en su totalidad, compuesta de ciudadanos romanos reclutados para las armas. En el campo de batalla formaba al estilo de la falange macedonia, una formación muy cerrada y consistente pero de escasa movilidad, en la que los soldados oponían un frente de picas al enemigo.Los primeros años de la República se caracterizaron por las continuas invasiones del territorio romano que realizaban los vecinos de la Urbs. La formación de falange estaba totalmente adaptada para combatir en terreno llano, por lo que mientras Roma no salió del Lacio no se cambiaron las disposiciones tácticas de la Legión. Fue durante las Guerras Samnitas (guerras intermitentes entre el 343 y el 290 a. C.) cuando las legiones se organizaron de un modo más formal, ya que se vieron obligadas a luchar en un terreno montañoso no apto para la falange.Durante los períodos finales de la República de Roma y la Roma Imperial, las legiones desempeñaron un rol político importante, al tiempo que se profesionalizaban completamente. Sus acciones podían asegurar el destino de un Emperador romano, o destruirlo. Un ejemplo es la caída de Vitelio en el Año de los cuatro emperadores, decidida en el momento en que las legiones del Danubio eligieron apoyar a Vespasiano. Cerca del siglo I a. C., la amenaza demagógica de las legiones
quedó claramente identificada. Los gobernantes no podían alejarse de sus provincias con sus legiones. Cuando Julio César cruzó el río Rubicón para dejar sus provincias y trabarse en armas en Italia, se precipitó una crisis constituciona.
HISTORIA.
En vísperas de la Semana Santa de 1955, me encontraba en Algeciras un tanto derrotado: No tenía dónde ir a comer ni dormir.
Dando una vuelta por el puerto, vi desembarcar a unos Legionarios que iban hacia Málaga. Eran la escuadra de gastadores de la Vª Bandera y era la primera vez que yo veía a La Legión en vivo.
Creo que, por mi juventud (17 años), hube de quedarme un tanto extasiado viendo a ésos hombres, porque uno de ellos me comentó......."qué ¿te gusta La Legión?" No recuerdo qué contesté........pero enseguida me invitaron a fumar (tabaco), y, sobre todo ¡¡comí¡¡.
De alguna manera yo les pediría si podrían llevarme con ellos a Málaga, ó tal vez me lo ofrecerían ellos. El hecho es que yo me vi, en los camiones que les esperaban, viajando hacia tierra del boquerón. Recuerdo cuan contrario eran sus comportamientos, a las historias tan peyorativas que yo siempre había escuchado en cuanto a La Legión.
Llegados a Málaga fueron instalados en el cuartel de Capuchinos, y yo con ellos. Como se hacía extraño ver a un joven vestido de paisano dentro de ese acuartelamiento, alguien me prestó una camisa legionaria y un chapiri..Jejeje ¡Qué ufano me encontraba yo con "mi" camisa de La Legión, "mi" chapiri y mi pantalón marengo. Y para hacer más veraz mi estancia en ése cuartel, ellos, los Legionarios, me hicieron responsable del mono.
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